Falleció Carlos Menem el presidente argentino de cuando 1 peso era igual a 1 dólar.

El exmandatario y senador estaba internado en el Sanatorio Los Arcos de la Ciudad de Buenos Aires. Su estado de salud se había deteriorado en las últimas horas. Tenía 90 años.

La figura de Carlos Saúl Menem tuvo luces y sombras. La famosa ley de Convertibilidad en su segundo mandato sacó a la Argentina de un momento económico difícil. Mientras, su vida personal se vio golpeada por la muerte de su hijo. Al terminar sus mandatos, fue condenado por tráfico de armas.

En 1989, asumió anticipadamente su cargo como presidente de la República Argentina el 8 de julio, de manos del radical Raúl Alfonsín, tras vencer en las elecciones presidenciales, devolviendo al peronismo al poder después de trece años y protagonizando la primera transferencia pacífica entre dos presidentes democráticos de distintos partidos políticos en la historia argentina.

“Este gobierno de unidad nacional que hoy nace, parte de una premisa básica, de una realidad que debemos admitir, para ser capaces de superar”, dijo Menem en su discurso ante la Asamblea Legislativa después de recibir el bastón de mando y la banda presidencial: “Todos, en mayor o menor medida, somos responsables y copartícipes de este fracaso argentino. Deseo que mi voz llegue a cada casa, que habite en cada corazón, que comparta cada mesa, que abrace a todos y cada uno de los argentinos que en estas horas viven instancias difíciles, dramáticas, decisivas y fundacionales como nunca”.

Menem fue electo por el Frente Justicialista Popular (Frejupo), una coalición del PJ con diversos partidos menores. La elección le dio el 49,3% de los votos. En seis años de Alfonsín, el país no había conocido el crecimiento positivo, la deuda externa no había dejado de crecer y los salarios habían ido en picada.

Dejando de lado los mensajes populistas de su campaña electoral, Menem aplicó un duro programa de ajuste, cuyo carácter neoliberal provocó los ataques de la CGT y acusaciones de “traición” de muchos peronistas por considerarlo contrario a la sensibilidad social de la que presumía el movimiento Justicialista.

Los dos primeros años del gobierno menemista fueron trágicos, ya que el programa de desregulaciones, privatización general de las empresas públicas, reducción del gasto público y bloqueo de los salarios, tardó en generar la estabilidad deseada, y, entre tanto, tenía efectos devastadores sobre el poder adquisitivo de las clases medias y bajas.

Tras otra hiperinflación a principios de 1990, llegarían la estabilidad de precios con la Convertibilidad pensada por Domingo Cavallo, las privatizaciones de las empresas de servicios públicos, la reforma constitucional de 1994 y la reelección presidencial en 1995 por cuatro años más, con la que Menem completó más de una década en la jefatura del Estado.

La tensión social comenzó a aminorar a la par de que el programa económico de Cavallo empezaba a dar sus frutos.

Entre 1990 y 1999 la economía nacional, de la mano de Menem y Cavallo, creció un promedio del 3,3% anual, un resultado realzado por la fuerte tasa registrada en 1997, el 8,4%. Al comportamiento positivo del PIB se le sumó una evolución inflacionaria espectacular; en 1996 esta variable se contrajo nada menos que hasta el 0,1% anual, el índice más bajo del mundo aquel año, y a lo largo de la década se registraron trimestres con inflación negativa o deflación.

En 1991, en un contexto internacional que marcaba el desplome del bloque soviético, Menem adhirió a las políticas del Consenso de Washington y el alineamiento con los Estados Unidos. Un hecho importante en la política aplicada por Menem en el marco del acuerdo con Washington fueron las privatizaciones, que se hicieron buscando restablecer el pago de los servicios de la deuda externa, mediante la instrumentación del mecanismo de capitalización de los títulos de la deuda en la transferencia de los activos estatales. En este contexto, fueron privatizadas empresas como YPF y el Correo Argentino.

La imagen de Carlos Menen y Raúl Alfonsín caminando por los jardines de la residencia de Olivos, el 14 de noviembre de 1993, quedó plasmada en la memoria de los argentinos como símbolo del acuerdo al que los dos partidos por aquel entonces excluyentes, el justicialismo y el radicalismo, firmaron con objetivos claramente diferentes.

La icónica imagen de Alfonsín y Menem en la Quinta de Olivos.

La icónica imagen de Alfonsín y Menem en la Quinta de Olivos.

La necesidad de lograr los dos tercios en ambas cámaras del Congreso forzó al gobierno de Menem a volver la vista hacia el alfonsinismo buscando las bancas que necesitaba. Para Alfonsín, la posibilidad de sentarse a dialogar con Menem pasaba por fortalecer la situación institucional, y obtener algunas ventajas para un partido que parecía haber perdido las preferencias del electorado.

Raúl Alfonsín y Carlos Menem firmaron el Pacto de Olivos en 1993.

Raúl Alfonsín y Carlos Menem firmaron el Pacto de Olivos en 1993.

Menem y Alfonsín sentaron las bases del acuerdo que luego se plasmaría en la reforma constitucional jurada en 1994 en el Palacio San José de Entre Ríos. Alfonsín ofreció la reelección presidencial “por un solo período”, que el menemismo aceptó rápidamente. Otros acuerdos fueron la reducción del mandato presidencial de seis a cuatro años; la designación de un tercer senador por provincia, la creación del Consejo de la Magistratura con presencia opositora y la presentación de un proyecto de reforma común entre ambos partidos. También se acordó la postergada autonomía de la Ciudad de Buenos Aires y la regulación de los decretos de necesidad y urgencia.

 

El acuerdo firmado el 14 de noviembre de 1993 fue luego aprobado como un simple trámite por la Convención Nacional de la UCR y por el Congreso Nacional del Partido Justicialista.

En la primera presidencia de Menem, hubo en Argentina los dos peores atentados terroristas: uno en la embajada de Israel en Buenos Aires (1992) y el otro en la Asociación Mutual Israelita Argentina (1994).

La embajada del Estado de Israel en Buenos Aires fue volada por un atentado terrorista ocurrido el 17 de marzo de 1992, en un hecho que dejó un resultado de 22 muertos y 242 heridos, y que aún permanece impune. A las 14.47 de aquel martes 17 de marzo, el centro de Buenos Aires fue sacudido por una explosión en Arroyo 916, domicilio de la sede diplomática israelí en Argentina.

En medio de la conmoción causada por el ataque, Menem lanzó una rápida conjetura sobre los autores del hecho: “Los responsables son sectores del nazismo, pero ya fueron derrotados en el país”, en obvia alusión a los militares carapintadas, cuyo último levantamiento había sido sofocado en diciembre de 1990.

Sin embargo, la principal hipótesis de la investigación se inclinó a culpar a la organización Hezbollah, con base en El Líbano y apoyada por la República Islámica de Irán, supuesto organizador intelectual del ataque.

“No va a quedar ningún cable suelto en esta investigación”, dijo Menem en su discurso tras el atentado a la Embajada de Israel.

La muerte de su hijo, Carlos Menem Junior

El 15 marzo de 1995, a las 11:44 de la mañana, el helicóptero Bell 206 Jet Ranger que piloteaba el hijo de Menem -quien entonces tenía 26 años- y en el que viajaba el corredor de TC 2000 Silvio Oltra, chocó contra cables de alta tensión tendidos en las afueras de la localidad bonaerense de Ramallo, a la vera de la ruta nacional número 9.

El fallecimiento se produjo en medio de la campaña electoral en la que Menem buscaba su reelección para un segundo mandato, habilitado tras la reforma constitucional promulgada en el año anterior, y causó una gran conmoción social.

El cuerpo sin vida de Carlos Menem Junior fue velado en la Quinta de Olivos, y se le dio sepultura en el cementerio islámico de La Tablada.

Así quedó la avioneta de Carlos Nair, el hijo de Menem, tras el sospechoso accidente que sufrió en 1995.

Así quedó la avioneta de Carlos Nair, el hijo de Menem, tras el sospechoso accidente que sufrió en 1995.

Cuando falleció su hijo, Carlos Nair, el expresidente agradeció a los argentinos el apoyo a través de un mensaje en televisión: “Quiero agradecer desde lo más profundo de mi corazón a todo el pueblo argentino por las muestras de afecto que hemos recibido en estos dramáticos momentos de nuestras existencias”.

Desde entonces, Zulema Yoma insistió con la teoría de que esa muerte fue producto de un atentado cuyo objetivo era golpear al entonces jefe de Estado, y representantes legales de la madre de Junior sugirieron que podría tratarse de un hecho que estaba en línea con los ataques a la embajada de Israel y la Amia.

La causa por la muerte de Carlos Menem Junior continúa abierta y a la espera de que se incorporen nuevos elementos de prueba, al cumplirse este domingo 25 años del presunto accidente de helicóptero que ocasionó el deceso del primer hijo del ex presidente.

Traspaso de mando a De la Rúa

A finales del gobierno de Menem, resurgió la UCR renovada, en conjunto con un pujante Frente País Solidario (Frepaso) de Carlos “Chacho” Álvarez, que se lanzaba públicamente un 4 de agosto a una nueva aventura cuyas consecuencias se extienden a la actualidad. La coalisión fue conducida por el “Grupo de los Cinco”: Raúl AlfonsínChacho ÁlvarezFernando De la RúaGraciela Fernández Meijide Rodolfo Terragno.

Carlos Menem le entrega el bastón presidencial a Fernando de la Rúa.

Carlos Menem le entrega el bastón presidencial a Fernando de la Rúa.

En las elecciones de 1999, Menem no pudo presentarse ya que había cumplido dos mandatos. En el marco de un empeoramiento repentino de la situación económica del país a partir del segundo mandato de Menem, sumado a la mala imagen pública de su administración ante diversos escándalos de corrupción, resultó electo por amplio margen el radical Fernando de la Rúa, que obtuvo el 48.37 % de los votos, sin que se dieran las condiciones requeridas para realizar una segunda vuelta.

Menem y Bolocco

El 26 de mayo del 2001, Menem se casó con la presentadora de televisión chilena, Cecilia Bolocco, a quien conoció durante una entrevista en la Casa Rosada, y con quien en noviembre del 2003 tuvo su primer hijo, Máximo Saúl Menem Bolocco. El niño nació en Santiago de Chile y allí vive hasta la actualidad con su mamá. La pareja inició los trámites de divorcio en el 2007.

Cecilia Bolocco y Carlos Menem, junto a su hijo Máximo, recién nacido.

Cecilia Bolocco y Carlos Menem, junto a su hijo Máximo, recién nacido.

Menem preso por tráfico de armas

El 7 de junio del 2001, Menem fue detenido por el escándalo por venta de armas a Ecuador, Croacia y Bosnia sucedida durante su gobierno y quedó bajo arresto domiciliario hasta el 21 de noviembre del mismo año, cuando la Corte Suprema emitió un fallo absolutorio en su favor.

En el 2001, Menem fue detenido por el escándalo de la venta de armas a Ecuador, Croacia y Bosnia durante su presidencia.

En el 2001, Menem fue detenido por el escándalo de la venta de armas a Ecuador, Croacia y Bosnia durante su presidencia.

Se le acusaba de haber dado las órdenes para desviar grandes cargamentos de armas que, según los decretos por él firmados, debían ir a Panamá Venezuela, pero terminaron en Ecuador Croacia. Llevado a juicio oral, fue absuelto en el 2011 por el Tribunal Oral en lo Penal Económico. En el 2013, la Cámara Federal de Casación Penal revocó la absolución y lo condenó como coautor del contrabando de armas a Croacia y Ecuador; poco después se le estableció la pena en 7 años de prisión.

En el 2017, la Corte Suprema por unanimidad (Lorenzetti, Highton de Nolasco, Maqueda, Rosatti y Rosenkrantz) hizo lugar a los recursos extraordinarios de los acusados y ordenó dictar un nuevo fallo en el menor tiempo posible, debido a que no se había cumplido la garantía del “doble conforme” (dos fallos condenatorios). La causa fue enviada a la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal (Liliana Catucci, Carlos Mahiques y Eduardo Riggi) que el 4 de octubre del 2018 decidió absolver a Menem y los demás acusados debido a que no se había cumplido el “principio del plazo razonable” para arribar a una condena firme.

La Cámara Federal de Casación Penal decidió en el 2018 absolver a Menem.

La Cámara Federal de Casación Penal decidió en el 2018 absolver a Menem.

 

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