Antes de que concluya el mes, el Gobierno tendrá definido y comunicará qué hará con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), creado para morigerar los efectos de la pandemia de coronavirus en los sectores más postergados y, por lo mismo, de los más castigados por el parate económico. Son casi 9 millones de argentinos que reciben la ayuda de $10.000 sobre un total de 14 millones que lo solicitaron.
¿Cuál es el plan del Gobierno? Definir si hay IFE 4 y a qué población llegará, o si el ingreso ya se convierte en un programa de la Anses para jóvenes de 18 a 24 años, no necesariamente que no estudian ni trabajan sino a toda esa población etaria.
“No está 100% definido el universo y no está resuelto que ése sea el programa que suplante al IFE. Es un proyecto y es el que más suena”, aclararon desde la cartera que conduce Fernanda Raverta. Lo que está en mente es reconvertir, en algún momento, el IFE en un programa de empleo y capacitación.
“Sabemos que dentro de la población de 18 a 65 años, que son unos 28 millones de argentinos, hay un porcentaje de personas a las que les va a costar más incorporarse. Ahí tenemos que pensar una política pública”, adelantó el sábado la titular de la Anses, Fernanda Raverta, en diálogo con C5N..
Y completó: “A partir de los 18 y hasta los 24 años, los argentinos tienen que optar por formarse para el trabajo, con una profesión o terminando sus estudios obligatorios. Me gusta pensar que vamos a hacia una Argentina donde esa franja etaria tiene que estar cubierta”.
Pero la continuidad del IFE no se dirime solamente en el interior de la Anses, más allá de que es el organismo ejecutor y de donde surgen los fondos. El Ministerio de Economía aseguró el fin de semana que el Ingreso Familiar continuará, al igual que el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), mientras dure “la situación de emergencia sanitaria y la pandemia esté impidiendo las actividades productivas”.
La directora nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, Mercedes D Alessandro, subrayó que el IFE “por ahora persiste, aunque es un esfuerzo fiscal gigantesco porque es casi un punto el PBI”. Así, la funcionaria dio a entender que podría haber una cuarta ronda del bono de $10.000 a los 8,9 millones de personas que lo reciben.
Según dijo, esa asistencia financiera del Estado “tiene un impacto muy fuerte para contener la pobreza y la indigencia”. De acuerdo con cálculos del Gobierno, el IFE está evitando que entre dos millones y medio y cuatro millones caigan en la indigencia y la pobreza.
D Alessandro remarcó, además, que hay un grupo que les preocupa “muchísimo”: el de las trabajadoras de casas particulares. “Es la primera opción laboral que tienen las mujeres en la Argentina. Si mirás de qué trabajan las argentinas, la principal ocupación es ser empleada doméstica y además es el trabajo más precario con menos salario“, manifestó.
Por ese motivo, remarcó la importancia de “sostener el IFE” en especial a las empleadas domésticas y aseguró: “Ahí tenemos un desafío muy grande”.