CREACIÓN DE LAS JUNTAS AMERICANAS (II PARTE) (Opinión)

La creación de las juntas americanas, desde 1810, serían las grandes protagonistas de una especial alteración histórica e institucional que cerraría el siglo XVIII y abriría el siglo XIX dentro del ámbito de lo hispano y que a mi modo de ver muestra sus destellos en pleno siglo XXI, en una sociedad americana. La idea tan habitualmente manejada y propagada en España de que, ante la ausencia de monarca e instituciones de gobierno, debían ser los mismos pueblos quienes constituyeran poderes capaces de hacerse cargo de la tutela de la soberanía se trasladaba también a las provincias americanas. Si por voluntad de los pueblos en la península se habían formado juntas “independientes las unas de otras”, y también por voluntad expresa de las provincias se había formado una institución colectiva de representantes de todas ellas, la Junta Central, no cabía duda de su legitimidad para mandar en España en una situación extraordinaria como aquélla. “El hecho es indubitable y su autoridad no podía haber procedido de un origen más puro que del voto general de las provincias” afirmaba la doctrina política que circuló por Santiago de Chile en el verano de 1810.

Para las autoridades españolas la formación de estos primeros poderes autónomos en América eran actos ilegales, tumultuarios y de rebeldía, sin embargo para los que incentivaron y animaron la creación y formación de estas juntas, no podrían tener otro sentido que servir de inicio a un proceso de creación de una gran república independiente, sería este el argumento fuerte para la creación de la primera junta central; parece que no es, al menos varios autores desestiman esta idea, por ejemplo desde las páginas del Semanario de Caracas se explicaba precisamente que la junta creada en aquella capital no disputaba el derecho a una existencia política al margen de la monarquía, sino justamente el derecho a manejar de manera autónoma el depósito de soberanía que también allí, como en la península, se había constituido ante la crisis y ausencia del monarca.

Como podemos observar en la cara de la otra moneda, en América empiezan a surgir algún tipo de ordenamiento, pero sobre todo lo más importarte es la dirección hacia tipos de juntas, que abren pie a los procesos de independencia de los países hispanos.

Julio César López .

El autor es Colombiano por su familia  y Venezolano de nacimiento.Licenciado en Historia e Ingeniero Electromecánico por El Instituto Universitario de Tecnología de Puerto Cabello.

Deja un comentario