2016 ha sido un año excepcional para la movilidad eléctrica en Noruega. En años anteriores ocurría algo similar. La diferencia vuelve a ser que una vez más los conductores noruegos vuelven a superarse, más allá de las claves de locales de este éxito.

En este sentido, en 2016 se colaron nueve autos eléctricos (entre híbridos convencionales, híbridos enchufables y 100% eléctricos) en la lista de los diez más vendidos del país. Solo hubo un único modelo con motorización térmica en esa lista, el Volkswagen Tiguan en su versión diésel. Visto así, a lo mejor ya no es tan descabellado la  idea noruega de desterrar los modelos térmicos de su territorio en 2025. Puede que esté más cerca de lo que esperan algunos.

Y es que ha sido increíble cómo en apenas tres años los patentamientos de modelos diésel han ido cayendo en picada, al mismo ritmo que subían las de los eléctricos. Un dato muy significativo, que se ha repetido durante los últimos meses, con alguna excepción, es que en Noruega ya se venden más unidades enchufables que diésel.

Podemos poner como ejemplo el pasado enero. En el primer mes del año los eléctricos enchufables alcanzaron una cuota de mercado del 33,2%, mientras que la de los diésel se quedó en torno al 29%.

De vuelta al año 2016, los modelos más populares fueron el Mitsubishi Outlander PHEV (5.136 unidades), el Toyota RAV4 hybrid (4.807) y el Volkswagen e-Golf (4.705). Otro dato optimista para los eléctricos que nos deja la tabla es que también está funcionando el mercado eléctrico de segunda mano, especialmente para modelos como el Nissan LEAF. Si sigue esta tendencia, la próxima década será esencialmente eléctrica para el transporte noruego.