El mayor general iraní, Qassem Soleimani, ha muerto la noche del 2 de enero cuando varios vehículos que transportaban al militar iraní y otros comandantes de alto rango de la milicia Kataib Hezbolá salían del aeropuerto de Bagdad. El ataque fue realizado bajo la dirección del presidente Donald Trump.
Según algunos funcionarios estadounidenses, el ataque fue llevado a cabo por drones con un tiro de precisión. Mientras que inmediatamente después del ataque se reportaba que fue perpetrado por misiles.
“La segunda persona más importante de Irán”
Qassem Soleimani era el comandante de la Fuerza Quds de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI), una división de élite que se dedica a la inteligencia militar, así como a las operaciones especiales fuera de Irán.
La unidad está directamente subordinada al líder supremo de la República Islámica, ayatolá Alí Hoseiní Jameneí. En el abril pasado, los CGRI —una poderosa fuerza militar de élite iraní— fue calificada por EE.UU. como una organización terrorista extranjera.
Varios expertos, como indica The Guardian, consideran que Soleimani era “la segunda persona más poderosa en Irán“, que en la cadena de poder se situaba después del líder supremo Jameneí y “posiblemente por delante del presidente de Irán”, Hasán Rohaní.
Asimismo, el difunto general “ha sido más responsable que nadie de proyectar la influencia de Irán en la región”.
“Para disuadir futuros planes de ataque iraníes”
El Pentágono confirmó que el asesinato del mayor general Soleimani se realizó “bajo la dirección del presidente”, Donald Trump, con el objetivo de “disuadir futuros planes de ataque iraníes“.
Comentando el ataque, el Pentágono acusó a Soleimani de “desarrollar activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región” y le culpó de la muerte de cientos de estadounidenses y los miembros de la coalición.
El inquilino de la Casa Blanca, por su parte, ha aseverado que “Soleimani mató o hirió gravemente a miles de estadounidenses durante un período prolongado de tiempo, y estaba conspirando para matar a muchos más”, pero EE.UU. logró “detenerlo”.
Junto con este alto cargo miliar iraní, en el bombardeo perdieron la vida unas 10 personas más, incluido a Abu Mahdi al Muhandis. Era el jefe de las Fuerzas de Movilización Popular, una coalición progubernamental irquí de milicias de mayoría chiita, y también dirigía la milicia Kataib Hezbolá (KH), que jugó un papel muy importante en la lucha contra el Estado Islámico en Irak.
Tres días antes del asesinato del jefe de la Fuerza Quds, Trump también acusó a Irán de “orquestar el ataque” contra la embajada de EE.UU. en Irak el 31 de diciembre y aseguró que Teherán responderá por sus acciones.
Vínculo con el asalto de la Embajada de EE.UU. en Bagdad
El 31 de diciembre de 2019, los manifestantes prendieron fuego a la valla y al puesto de control de seguridad de la embajada estadounidense en Bagdad en protesta contra los ataques aéreos que EE.UU. había realizado dos días antes contra las bases de la milicia chiita Kataib Hezbolá, en los cuales murieron 25 de sus miembros.
Desde Washington calificaron este asalto de “un ataque terrorista respaldado por Irán”. La seguridad de la misión diplomática en Bagdad se fortaleció con unos 100 marines, mientras que otros 750 militares se desplazarán a la región en el futuro cercano.
“Asesinato de Soleimani es un acto de terrorismo internacional”
El presidente de Irán, Hasán Rohaní, ha prometido que Teherán y otras naciones de la región “vengarán martirio de Soleimani”. El líder supremo de Irán, ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, también ha afirmado que a los “criminales” que mataron al mayor general les espera una dura venganza.
Tras anunciar tres días de duelo nacional por la muerte de Soleimani, Jameneí ha nombrado al general de brigada Esmail Ghaani como nuevo comandante de la Fuerza Quds de los CGRI.
Por su parte, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, calificó los ataques de EE.UU. de “acto de terrorismo internacional” y ha advertido de que esta acción “extremadamente peligrosa” tendrá sus consecuencias para EE.UU.
Cómo reaccionan al ataque en el mundo y en EE.UU.
Tras el ataque de EE.UU. en Bagdad, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha llamado a los líderes mundiales a “ejercer la máxima moderación”. “El mundo no puede permitirse otra guerra en el Golfo”, ha señalado.
El jefe del Gobierno de transición de Irak, Adel Abdul Mahdi, ha condenado el ataque con misiles de EE.UU., llevado a cabo en Bagdad, y ha subrayado que este acto de Washington viola las condiciones de presencia de las tropas estadounidenses en Irak y representa “una grave violación de la soberanía de Irak”.
El primer ministro ha convocado una reunión extraordinaria del Gobierno para desarrollar una postura con relación a este ataque.
Desde Rusia han indicado que tras este ataque de EE.UU. en Irak el mundo se enfrentó a “una nueva realidad”, ya que el asesinato del mayor general Soleimani representa “la eliminación de un representante del Gobierno de un Estado soberano, un funcionario público” y se efectuó “sin una correlación con alguna base jurídica“.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha mantenido una conversación telefónica con el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, durante la cual instó a EE.UU. a renunciar a los “métodos de fuerza ilegales” y “resolver cualquier problema en la mesa de negociaciones”. Lavrov además señaló que el asesinato de Soleimani viola “flagrantemente” las normas del derecho internacional y “merece condena”.
Cabe mencionar que, de acuerdo con la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, el ataque en Irak se llevó a cabo sin consultárselo al Congreso. Asimismo, Pelosi calificó esta decisión de Trump de una acción “provocadora y desproporcionada“.
En opinión del exvicepresidente y actual candidato a la Presidencia de EE.UU., Joe Biden, con su decisión de ataque en Irak, Trump “acaba de arrojar un cartucho de dinamita en un polvorín”.
Por otra parte, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu ha respaldado el asesinato de Soleimani por EE.UU. como acto de “autodefensa” y ha afirmado que este mayor general iraní había planeado más ataques.
Mientras tanto, transcendió que el Departamento de Defensa de EE.UU. ha aprobado enviar unas 3.000 tropas adicionales a Oriente Medio. Se reporta que los militares serán enviados a Irak y Kuwait y permanecerán en la región durante 60 días. Las tropas se unirán a unos 650 soldados estadounidenses que ya están presentes en la zona.