El director del Instituto de Patología de la Universidad de Heidelberg, Peter Schirmacher.
El director del Instituto de Patología de la Universidad de Heidelberg, Peter Schirmacher, ha realizado más de cuarenta autopsias en personas que habían fallecido dos semanas después de su vacunación. Schirmacher expresó alarma por sus hallazgos.El Daily Augsburger regional Allgemeine informó: “Schirmacher asume que el 30 al 40 por ciento de ellos murió de la vacunación. En su opinión, se subestima la frecuencia de las consecuencias fatales de las vacunas, una declaración políticamente explosiva en los momentos en que la campaña de vacunación está perdiendo un impulso, la variante delta se está extendiendo rápidamente y se están discutiendo las restricciones a las personas no vacunadas “. La administración de Merkel se movió rápidamente para responder a esta declaración “políticamente explosiva” de Heidelberg. Según la Agencia de Prensa Alemana (DPA), el Instituto Paul Ehrlich anunció que las declaraciones de Schirmacher eran “incomprensibles”. El lacayo del Canciller, el inmunólogo alemán Senior Thomas Mertens desestimó los hallazgos de inmediato: “No conozco ningún dato que permita que se haga una declaración justificable, y no estoy asumiendo un número no declarado”. El inmunólogo Christian Bogdan, del Hospital Universitario de Erlangen, miembro de la Comisión de vacunación permanente (STIKO), también contradijo la suposición de Schirmacher de un “gran número de complicaciones de vacunación no reportadas o incluso muertes”. Sin embargo, el patólogo recibió apoyo de sus propios colegas, y la Asociación Federal de Patólogos Alemanes declaró que se deberían realizar más autopsias de personas vacunadas que murieron dentro de un cierto período de tiempo después de la vacunación. El jefe del “Grupo de trabajo de la autopsia” en esta asociación quería que los médicos generales y las autoridades de salud estén al tanto de esto. En otras palabras, los médicos de los pacientes que mueren dentro de unos días o semanas después de la vacunación deben solicitar una autopsia en caso de duda o las autoridades de salud deben tomar medidas. La Asociación Federal de Patólogos ya había solicitado esto en marzo en una carta al Ministro de Salud Jens Spahn (CDU), pero no se dió respuesta. La advertencia de Schirmacher podría, por supuesto, arruinar un negocio de miles de millones de dólares para varias compañías farmacéuticas, mientras que la ya baja disposición para obtener la aprobación en el grupo restante no vacunado podría disminuir aún más y, en última instancia, toda la estrategia de pandemia del gobierno federal. podría desbarrancar Pero la seriedad y la reputación del Director del Instituto Patológico de la Universidad de Heidelberg son incuestionables. El propio Schirmacher ya está liderando un proyecto de autopsia en personas que han muerto de COVID-19, que está subsidiado por el Estado. Él mismo expandió el enfoque y también autopsias a más de 40 personas vacunadas fallecidas. Incluso si sus resultados son solo una toma momentánea, es dramático que entre un 30 a 40 por ciento murió de la propia vacunación. El patólogo citó los “efectos secundarios raros y severos de la vacunación, como la trombosis de la vena cerebral o las enfermedades autoinmunes”. Schirmacher respondió a la crítica de algunos colegas y negó la falta de competencia: “Los colegas están definitivamente mal porque no pueden evaluar esta pregunta específica de manera competente”. Además, no ha tratado de difundir el pánico, y él no es un oponente de las vacunas, el propio Schirmacher ha sido vacunado. Mientras tanto, el Instituto Robert Koch se refiere a los informes de seguridad regulares del Instituto Paul Ehrlich en su sitio web. Sin embargo, si se hace evidente en las próximas semanas que la política, la ciencia y los medios de comunicación están haciendo campaña contra Schirmacher y sus resultados alarmantes se están ignorando por completo, sería otra bandera roja con respecto a la seguridad de los productos farmacéuticos aprobados de emergencia. Mientras tanto, Twitter suspendió la explicación del antiguo corresponsal de la ciencia de New York Times, Alex Berenson para compartir detalles de un ensayo clínico de Pfizer con hallazgos similares que eliminan completamente la narrativa del establishment político.
