Cura Venezolano sobre Papa Francisco”Alto desconocimiento de la realidad en Venezuela”

José de Jesús Palmar Morales es cura, periodista, gaitero, cocinero, poeta, devoto de María Santísima y fanático de las Águilas del Zulia, “aunque siempre pierdan”.
Nació el 1 de octubre de 1961 en Maracaibo. Su madre, María Chiquinquirá Morales, es añú;  y su padre, José Ramón Palmar Chacín, es wayúu.
Fue monaguillo en la Basílica de Nuestra Señora de la Chiquinquirá, servidor de María y luego seminarista. Fue ordenado sacerdote el 14 de agosto de 1988 en la Plazoleta de la Chiquinquirá por monseñor Domingo Roa Pérez.
Desde 1990 hasta hoy ha sido el párroco de Nuestra Señora de Guadalupe en la populosa barriada de Sierra Maestra, municipio San Francisco del estado Zulia.
De comunicador social se graduó en la Universidad Cecilio Acosta. Actualmente trabaja para Radio Fe y Alegría, a través de la cual transmite sus misas dominicales. Tiene otro espacio radial, semanal, por radionexx.com.ve
Reza el rosario con los dedos, le gusta el dulce de hicaco y se considera hijo espiritual de Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta.
Llegó a pesar 320 kilos y hoy “gracias a la ciencia, la perseverancia y la oración”, sólo pesa 85 kilogramos. “Rebajar fue como nacer de nuevo”. Esa nueva oportunidad que Dios le ha dado -dice- la está aprovechando para el rescate de la patria y el crecimiento de la Iglesia.

Días atrás, durante el viaje de regreso de Egipto, el papa Francisco habló con los periodistas en el avión y se refirió a la crisis venezolana. En esa suerte de conferencia de prensa afirmó que estaba dispuesto a mediar entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, siempre y cuando se acuerden “condiciones muy claras”. En esa declaración, el Pontífice declaró que uno de los problemas para su acción pacificadora “son las divisiones dentro de la oposición venezolana”. Esa reflexión suscitó la respuesta de la Mesa de Unidad Democrática y el enojo de algunos miembros de la iglesia venezolana como el padre José Palmar.

Este cura, que lleva lleva 27 años como párroco de Nuestra Señora de Guadalupe en Maracaibo, está indignado con la declaración de Francisco. “Yo la califico como de alto desconocimiento de la realidad en Venezuela”, sentenció en diálogo con Infobae.

Lograr hablar con este “cura pobre“, como él mismo se define, no fue fácil. Ni él ni su parroquia tienen teléfono. La propia Arquidiócesis de Maracaibo tiene que contactarse con familiares para ubicarlo. Infobae llegó a él a través de un vecino que, con mucha voluntad, caminó hasta la iglesia para hacer contacto. Luego, Rosa -otra colaboradora de la parroquia- se ofreció a ir a buscarlo y darle su propio celular para facilitar la conversación.

Lamento mucho que el Papa haya emitido una opinión sobre la oposición venezolana, porque no conoce la realidad. Aquí hay dos elementos: la oposición política y la oposición ciudadana… que somos los que hemos puesto los muertos, los que hemos puesto los presos, los que hemos puesto el pecho a las bombas, somos los hombres y mujeres que enfrentamos a los esbirros y violentos del chavismo y a los cuerpos represivos en cualquier avenida y calle de Venezuela”, dice emocionado.

Para él, es lamentable “el mutismo de Francisco sobre la realidad totalitaria, dictatorial y violenta del régimen de Nicolás Maduro”.

Que el Papa hablara de “división de la oposición” fue un golpe para el cura: “Se atrevió a decirlo porque carece de elementos”.

Según dijo, sintió la “inestima” con la que el Pontífice trató a los venezolanos. “No nos dio nada que nos levante, no nos dio una motivación que nos levante el alma o la esperanza. Estamos en tiempos de Pascua, y lo que nos dijo fue como si le hubiera dicho a Lázaro, que estaba muerto en la cueva: ‘Mira, no vas a resucitar, te vas a quedar allí, podrido en una cueva'”, sentencia.

Cuando Infobae le preguntó que hubiera esperado de Francisco, Palmar exigió una interpelación a Nicolás Maduro. “No le dijo nada al régimen, no se expresó sobre el estado de hambruna, muerte y miseria. Habló de nuestra división… ¿Y del otro lado qué?, allí están unidos para hacer daño, para hacer añicos nuestro país”.

Palmar esperaba la “denuncia profética” de Francisco. Porque, según reconoció, un “regaño” a la oposición no hubiese sido un problema si también dedicaba una palabras contra el régimen de Maduro, “que está inmerso en el narcotráfico y el terrorismo”. Y agregó enojado: “No dijo nada de ello, nada”.

Cuando el cura habla del “desconocimiento de la realidad venezolana” que, a su entender, muestra Francisco, le está exigiendo que se implique más en la crisis. “El Papa está muy lejos, sólo recibe informes. Me gustaría que enviara a un comisionado que se reuniera con nosotros, porque mandó a un delegado pontificio que sólo se juntó con el sector partidista y los curas de barrio, los curas pobres, nunca tuvimos acceso”, reclama.

La realidad que describe, y la que quiere que vea Francisco, es muy cruda: “Nos estamos muriendo de hambre, no hay nada que comer, no hay insumos para pacientes, aquí los niños se nos mueren y el Papa debería decirle a Nicolás Maduro que permita que vengan los barcos con comida, los aviones con medicina“.

Palmar cuenta lo que ve. “Habla un cura de un barrio donde los pobres están todos los días comiendo basura. El domingo hacemos un olla comunitaria para que coman 300 personas y esa es la única comida caliente que tienen en el día”.

Para él, Francisco debería hablar de la ayuda humanitaria, debería “abogar por los presos políticos y exigir que se respete la Constitución”.

Lo que quiere el religioso es que “se llamen a las cosas por su nombre”. Y él lo dice sin miedo a represalias: “En Venezuela estamos en dictadura totalitarista”.

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