La inmoralidad del cambio y sus victimas…el hambre de los chicos.

En Córdoba, la pobreza no da tregua: el menú de los sábados y domingo es “mate y pan”, aseguran.

En el comedor de varias escuelas municipales en Córdoba, los chicos repiten su comida hasta tres veces porque, en el fin de semana, sólo ingieren “mate cocido y pan”, según denuncian docentes y auxiliares.
En la escuela la Emilio Baquero Lazcano, de barrio Villa Urquiza, la situación fue tal que la institución decidió adelantar el horario del desayuno, que antes se servía durante el primer recreo, “porque los días de calor en particular, algunos chiquitos se descompensaban”.

“No son todos los chicos”, explicó a La Voz del Interior Ana Tarra Ramos, docente de ese establecimiento, “pero sí tenemos varios casos de niños que los lunes vienen a la escuela sí o sí para comer, porque es la primera comida importante que tienen desde el viernes anterior”.

La docente, que, como todas sus colegas de las escuelas municipales, acompaña a sus alumnos en el desayuno y el almuerzo, dijo que los días lunes tienen que preparar “más leche porque muchos niños llegan hambrientos y toman hasta tres tazas”.

En el barrio San Jorge Segunda Sección, al otro extremo de la ciudad, una de las maestras da cuenta de la misma situación: “Aunque les damos de comer a todos, de lunes a viernes, casi sin restricciones salvo casos especiales, es impresionante cómo se nota la necesidad alimentaria después de cada fin de semana”.

Las autoridades municipales ya están al tanto del tema y la secretaria de Educación, Cecilia Aro, dijo que comenzaron a notar estas situaciones el año pasado, a partir de algún caso en un jardín de infantes, y luego de otros que se fueron detectando en distintas escuelas.

Beatriz Biolatto, secretaria gremial de Educación del Sindicato de Empleados Municipales, también dijo estar al tanto del tema: “En nuestros colegios los chicos reciben una buena alimentación, pero el problema es cuando no van a la escuela. La necesidad está en las familias empobrecidas, que son numerosas, y en las que los padres o no tienen trabajo o están ausentes. En esos casos los chicos ya no están comiendo en sus casas”.

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