Buscar la Justicia “no es de comunistas” dijo el Papa

Una historia que representa la conversión a través de la misericordia de Dios de los poderosos, los arrogantes, los corruptos y los que abusan de su poder y riqueza contra los pobres y los más débiles.

El poder como servicio para demostrar la misericordia a los demás. Lejos de “privilegios”y “codicia”. El poder y la riqueza al “servicio” de “la justicia y la caridad”.

“Esta no es una historia de otra época, esta es una historia de hoy. La historia de los potentes que para tener más dinero explotan a los pobres, explotan la gente, de la trata de las personas y del trabajo esclavo, de la pobre gente que trabaja en negro y con el mínimo para enriquecer a los potentes. Es la historia de los políticos corruptos que quieren, más, más y más…”, dijo el Papa entre aplausos.

“El profeta no era comunista, atención”, aclaró Francisco. “Dios advierte sobre la avidez de los ricos terratenientes que quieren poseer más casas y terrenos. Y dice el profeta Isaías: ‘Cuidado, ustedes que quieren acumular casa a casa, campo a campo, hasta que no haya más espacio. Así, se quedan solos a vivir en el pueblo”.

El Papa Francisco prosiguió las catequesis sobre la Misericordia en la Biblia y celebró este miércoles 24 de febrero en la Plaza de San Pedro, la tradicional Audiencia General ante la presencia de numerosos fieles y peregrinos procedentes de diversos países.

En su Catequesis Semanal describió la narración bíblica de la historia de Nabot y la invitación de conversión del profeta Isaías a Ajab, rey de Samaria.

Una historia que representa la conversión a través de la misericordia de Dios de los poderosos, los arrogantes, los corruptos y los que abusan de su poder y riqueza contra los pobres y los más débiles.

El poder como servicio para demostrar la misericordia a los demás. Lejos de “privilegios”y “codicia”. El poder y la riqueza al “servicio” de “la justicia y la caridad”.

“Esta no es una historia de otra época, esta es una historia de hoy. La historia de los potentes que para tener más dinero explotan a los pobres, explotan la gente, de la trata de las personas y del trabajo esclavo, de la pobre gente que trabaja en negro y con el mínimo para enriquecer a los potentes. Es la historia de los políticos corruptos que quieren, más, más y más…”, dijo el Papa entre aplausos.

“El profeta no era comunista, atención”, aclaró Francisco. “Dios advierte sobre la avidez de los ricos terratenientes que quieren poseer más casas y terrenos. Y dice el profeta Isaías: ‘Cuidado, ustedes que quieren acumular casa a casa, campo a campo, hasta que no haya más espacio. Así, se quedan solos a vivir en el pueblo”.

Cómo termina la historia? “Dios toca a la puerta del corazón de Ajab. El Rey puesto delante de su pecado, entiende, se humilla, y pide perdón. ¡Qué bueno sería que los potentes explotadores de hoy hicieran los mismo¡”.

Francisco indicó, desde el principio, que “la riqueza y el poder pueden ser buenas y útiles al bien común si son puestas al servicio de los pobres y de todos con justicia y caridad”.

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